¿Hasta qué punto es válido luchar por una relación cuando somos adolescentes? ¿Cuál es la diferencia entre dar lo mejor de nosotras y "ser una rogona"?

La verdad es que no existe mucha información difundida respecto a cómo se debe actuar en una relación mientras somos adolescentes, por lo general los libros de autoayuda se enfocan en la mujer "enferma" y no en la joven que está "presentando síntomas", lo que nos vuelve más vulnerables a no darnos cuenta de lo que estamos haciendo mal hasta que lo vemos en retrospectiva mucho tiempo (o años) después.

Hace poco terminé de leer un libro titulado "Mujeres que aman demasiado" de Robin Norwood, me interesa mucho la psicología cuando se trata de estudiar los comportamientos viciosos en mujeres y adolescentes así que comencé a leerlo con la única expectativa de ganar un poco de conocimiento general, sin embargo conforme avanzaba la lectura me di cuenta de que muchos síntomas en aquellas mujeres podían traducirse en comportamientos que actualmente veía en chicas jóvenes a mi alrededor. En esta entrada entenderemos cuáles son aquellos factores que desde ahora están indicando un potencial futuro como mujer dependiente. 

En primer lugar, debemos saber que una mujer que ama demasiado es aquella que sufre en una relación creyendo que lo hace por amor, sufrir no necesariamente implica soportar la imagen fatalista del maltrato físico, pero sí una serie de abusos emocionales y energéticos para los que definitivamente no tenemos tiempo a esta edad. Y es que no se trata de despreciar el afecto o cortejo que un chico tenga para con nosotras, sino en estar consciente de nuestro propio estado emocional antes de embarcarnos en una relación porque -aunque no lo parezca- los problemas de hogares disfuncionales sí influyen en nuestras relaciones afectivas. 

¿Por qué parece que todos los hombres son iguales?

Puede sonar cliché, pero es la verdad: estas chicas están escogiendo mal. No es que ellas sean un imán para patanes o un repelente para los chicos decentes, tampoco significa que el error radique en ellas por completo, simplemente están reproduciendo -tal vez no de la misma manera- patrones de conducta aprendidos cuando niñas en sus relaciones afectivas; el hecho de verse expuesta a situaciones de irregularidad hizo que desarrollaran un complejo de Madre Teresa de Calcuta, que será mejor explicado en los siguientes síntomas: 

1) Tienden a fijarse en hombres que parecen necesitados (emocionalmente).

2) Por lo general, uno de los padres está ausente (física y/o emocional).

3) Piensan que ser su "mejor amiga" implica escuchar todos sus problemas y ser su consejera personal disponible las 24 horas del día.

4) Los hombres buenos sin "trágicos" antecedentes les parecen aburridos.

5)Llegan a cualquier extremo (aunque tal vez nunca lo reconozcan) con tal de mantener la relación (situación caótica). Muchos de estos extremos se manifiestan así: 

>Escriben cartas de amor (o mensajes) extensas en donde se disculpan por no haber sido lo suficientemente "buenas" o atentas. (Por lo general, sus amigas son las que las entregan)

>Envían material audiovisual comprometedor para "afianzar la confianza".

>Les compran regalos costosos para demostrar lo mucho que les importa la relación (en realidad no saben de qué otra forma retenerlo).

>Mienten/se pelean con sus seres queridos por él.

>Le "ayudan" (hacen) con sus trabajos académicos por un montón de razones que terminan por justificarlo a él y su irresponsabilidad personal. 

>Se toman como insulto personal el tiempo que él tarda en responder mensajes.

>Le escriben todo el día para que no se vaya a olvidar de lo buenas novias que están tratando de ser.

Créanlo chicas y chicos, estas cosas sí pasan. No se trata de creerse inteligente o juzgar diciendo "¿qué diablos tiene en la cabeza?", porque conozco a muchas chicas que se dicen académicamente brillantes pero realmente son torpes con sus relaciones amorosas. No hace falta cumplir con todos los ítems para estar convirtiéndose en una mujer que ama demasiado, basta con estar practicando uno de ellos para tomar cartas en el asunto. Las cosas no están perdidas, somos jóvenes y estamos en el momento exacto para actuar conforme al tipo de mujer en que buscamos convertirnos. Si desean profundizar, pueden buscar el libro en internet. Se lee muy rápido, pero recuerden que está enfocado en mujeres adultas. 

Nos vemos en la siguiente entrada, les deseo lo mejor.