Ir de fiesta de manera inteligente: 3 cosas a tener en cuenta
7:30 p.m.
Nuevo año y no saben lo contenta que estoy por estar de vuelta en mis andanzas (y por 'andanzas' me refiero a hacer público en este blog gran parte de mis pensamientos diarios). Espero no olvidar mis metas este año -por lo menos hasta marzo.
Como ya leyeron en el título de esta entrada, hoy hablaremos sobre algo que -al menos yo- no considero ni bueno ni malo: ir de fiesta. Quería tocar el tema desde el año pasado, pero no lograba encontrar el enfoque apropiado, y ahora que he vivido un par de experiencias más, he decidido plasmarlas para ustedes mediante... consejos(?). Sin embargo, he querido hacerlo de una forma peculiar y no simplemente decir "no beban, no se droguen: se mueren sus neuronas", así que veamos cómo nos va.
Frases como "no voy a fiestas porque prefiero leer/ me parece una pérdida de tiempo" o "las fiestas no tienen nada de malo/ es un momento de diversión" las hemos escuchado todos; la literatura y el cine se han encargado de volverlas cliché de sus respectivos estereotipos y ya no podemos evitar pensar (de manera culpable) que la 'niña inteligente' del salón odia las fiestas o que la 'niña fiestera' jamás abre un libro. Por experiencia, ya sabemos que esto es tan anticuado como falso; aún así, tales estereotipos han contribuido a la concepción de dos posturas generales: a favor o en contra. Independientemente de lo que cada una argumente y sus respectivas motivaciones para hacerlo, no estamos aquí para adoptar un extremo sino para repasar de manera objetiva ciertos aspectos que yo considero esenciales para poder disfrutar de una celebración con los pies bien puestos sobre la tierra, con ventajas incluso a largo plazo.
1. Poder y control

2. Relación proporcional de tiempo

Para autodenominarse "equilibrada/o" hace falta más que solo tener un bonito promedio en el papel, hace falta buscar algo más, desarrollar las propias ideas, idear el proyecto de sus vidas (literal y figurativamente hablando), tratar de encontrar qué es lo que quieren de la vida, ver películas interesantes, y si no saben por donde empezar entonces LEAN, LEAN DE TODO. Háganlo hasta que se sientan inspiradas/os a buscar su propia historia (pero por favor, no empiecen con la sección romántica de Wattpad). Muchas personas que asisten con regularidad a fiestas son académicamente brillantes, pero hasta ahí. No hacen nada más, créanme. Nada fuera de lo común. Si de verdad se quiere marcar la diferencia se debe ser completo, y para empezar, la distribución del tiempo es importante. Mientras más horas de fiesta querramos tener, mayor deben ser las horas de cultivo personal. Y si tenemos sueños, seremos menos propensos a desarrollar adicción por el festejo.
3. NO al vómito emocional

Ahogar las emociones cada tanto en fiestas va a acostumbrarte a un patrón de conducta nocivo para su psique emocional, esto se debe a que al reducir las oportunidades para tener una conversación (tener silencio) contigo misma/o comienzas a acumular sentimientos negativos; además, el ambiente de una fiesta es una alternativa de escape fácil para quienes pretenden huir de situaciones traumáticas porque no es lugar para pensar en uno mismo, sino para darse y unirse a la celebración colectiva. Por esta razón, si tienes problemas emocionales, no es recomendable que utilices las fiestas como excusa para 'desahogar' algo que no puede ser liberado en medio del ruido y la multitud, porque estarás estropeando tu salud mental.
Lo más importante de estas pequeñas sugerencias es que comprendan que no se trata de mirar con desdén a aquellos que celebran a su manera ni pecar de pseudo intelectual por alegar al amor por la lectura (porque si en verdad eres lector, una fiesta al año no te hace daño). Por supuesto, tampoco censuremos a quienes en efecto no disfrutan de estos momentos; no obstante, si les gustan las fiestas pero han tenido miedo a ser encasillados en un estereotipo, entonces espero haberlos ayudado un poquito. Me encantaría escuchar sus comentarios y experiencias. Nos leemos en la próxima entrada.
Los datos psicológicos los he obtenido del libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman y del sitio web https://lamenteesmaravillosa.com/
0 comentarios
Si estás de acuerdo, deja un comentario. Si no estás de acuerdo y te parece que estoy loca, deja dos.