Quémenlo todo

12:40 p.m.

Sí. Me leen bien.
Quémenlos. Destrúyanlos.
Quemen las puertas de los burdeles donde se explotan a mayores y menores de edad.
Cierren la calles donde hay una mujer explotada en cada esquina.
Quiebren los vidrios de las disqueras donde se fabrica reggaeton, derriben la puerta de sus productores y expongan su fotografía así como se expone la de un violador.
Silencien a sus cantantes. Si no vamos a permitir un piropo, mucho menos lo que canten.
Rompan las paredes de las productoras pornográficas, vuélvanse locas contra el tipo que hace millones detrás del escritorio a costa de nuestras hermanas.
Desmientan a todas esas que se vuelven cómplices de los pervertidos bajo el escudo de la "emancipación". Sí, esas que se dicen de parte nuestra: algunas cantantes, otras escritoras...
Las "todopoderosas" que para hacerse notar tuvieron que descender al nivel de los...
Las que necesitan vender sexo y morbo para que les den un premio.
Desbaraten, destrocen, devasten.
Piedra por piedra, que no queden rastros de las "clínicas".
Hagan huelga de ausencia a eventos donde nos usen como mercancía; sea en la música o en la entrada de cortesía.
Que se queden sin producto, que se queden sin moneda de cambio.
Que les duela, que lo sientan cuando vean vacío el antro.
Porque "un día sin nosotras" no les importa; hay que disparar donde les duele:
en sus industrias, en sus mafias, en todo lo que -a expensas de nosotras- les genera plata.

Sin un norte claro, seguirán muriendo y seguirán sin dejar rastro;
en la oscuridad del útero o a la luz del asfalto.
Luchar ignorando dónde está el enemigo es luchar en vano.
Porque violador es el que ultraja y también la que permite
que la depravación llegue a ojos y oídos de su hermana.
Porque asesino es el que mata y también
la que busca argumentos a favor.

Sin un norte claro, no sabrán jamás el significado de la palabra "radical".
Ser "radical" es saber renunciar.

Pararse una tarde en la calle es fácil. Renunciar a la música que te degrada no.
Destruir una ciudad es fácil. Renunciar a la literatura que te violenta no.
Quemar una iglesia es fácil. Renunciar a las plataformas que lucran con tu cuerpo no.
Insultar y gritar de rabia es fácil. Ser ejemplo para tus menores no.
Exigirle al gobierno es fácil. Exigirte a ti, cambiarte a ti, gobernarte a ti... no.

Siempre. Siempre. Siempre será más fácil dar la vida que vivir comprometida.

¿Que son incendiarias?

                        Amigas...
                                todo
                                    sigue
                                         intacto..



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Normalmente no hablo sobre temas polémicos porque prefiero que el tiempo me ayude a ver las cosas en perspectiva antes de tener una opinión, pero el feminismo y la lucha morada ya no es pan recién horneado. Es un tema cotidiano ante el que todos tenemos la obligación civil de tomar una postura. Estoy segura de que para nadie es motivo de alegría ver destrucción y que todos concordamos en que la educación es fundamental. "Cómo" los hay para cada gusto. Pasa que todos tienen la culpa menos nosotros. Tú eres el violador, tú eres el asesino, tú eres la que se viste mal, tú eres el que no te puedes controlar, tú, tú, tú... Todos queremos hacer bulla, armar revuelta, visibilizar, y parece que se nos olvidó que lo más importante que debemos -primero crear y luego exigir-, es un entorno sano, para que nuestros niños y niñas no se vuelvan mañana nuestros cuervos. Asumir esta responsabilidad es ser radical.





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